sábado, 20 de julio de 2013

Una crítica al ferrocarril del Siglo XXI


¿SE PUEDE CRÍTICAR AL FERROCARRIL DEL SIGLO XXI?
¿SOLO HA DE EXISTIR EL AVE?

 

 
En estos últimos días del mes de mayo del año 2.013, si algo sirve como ejemplo de cómo se va gestionando los nuevos avances del ferrocarril del siglo XXI, he leído lo publicado en la prensa que, para el próximo mes de junio, salvo impedimentos de carácter técnico, coincidiendo con las fiestas locales de la ciudad de Alicante, está prevista la llegada de los primeros trenes de Alta Velocidad AVE S-100 Alsthom; son trenes de la primera serie, remozados en el año 2007 que comenzaron a circular en la primera línea de Alta Velocidad construida en España, la de Madrid/Sevilla en el año 1992 coincidiendo con la celebración de la Expo 92 de Sevilla.

 La nueva relación Madrid Puerta de Atocha/Alicante Terminal tendrá una duración de viaje estimado en 02’20 horas cuando en la actualidad, las composiciones S-130 TALGO cubren los servicios ALVIA en tres horas y veinte minutos, con una velocidad media de 160 Km/h, alcanzando una máxima de 250 Km/h teniendo en cuenta que estos trenes circulan por el trazado convencional entre Alicante y Albacete.

 Parece ser una buena noticia para el viajero de negocios, con el tiempo, habrá que valorar si esa reducción de los tiempos de viaje entre los S-130 y los S-100, S-112, situada en torno a los 50 minutos, es suficiente para justificar la enorme inversión realizada. Miembros de la Administración, clase política “responsable” de este nuevo dispendio económico, lo considera un gran avance, pues opina que, amparándose en el aumento de las circulaciones diarias, nueve en cada sentido, con velocidades que en el futuro próximo oscilarán cercanas a los 300 Km/h, (En principio, entre Albacete y Alicante la velocidad máxima de los trenes será de 200 km/h por aquello de la compatibilidad entre el sistema de seguridad elegido para la línea, el ERTMS 2, que aún debe prolongar su periodo de pruebas para los trenes que operen sobre ella, los nuevos S-112 TALGO). Si, pasado un tiempo prudencial, el nuevo servicio sigue ofreciendo tan discreta reducción, estoy seguro que defraudará las amplias expectativas previstas por empresarios y usuarios para un viaje, caro, cuya duración estimada en un principio no iba a superar las 2 horas.

Todo ello acompañado de un aumento sustancial del número de viajeros que, según predicen algunos políticos, relanzará el turismo hacia esta parte del país cuyos efectos socio-económicos serán beneficiosos para esta Comunidad. ¿Ya veremos si todo esto será un nuevo cuento de la lechera?

Hasta aquí todo perfecto, pero, ¿este nuevo producto comercializado por Renfe Operadora es asequible para todos? De nuevo  habrá que valorar si el coste del billete de estas nuevas relaciones es asumible por una mayoría de usuarios o produce el efecto contrario, “invitando y enviando” a los posibles y potenciales clientes-usuarios a la carretera. Una familia de dos o más miembros tendrá que valorar si puede soportar el coste del billete en este tipo de tren si se compara con el que le supondría realizar el mismo trayecto con todos en un mismo coche. Ahí empieza el debate y las dudas.

 De igual modo y tras su implantación, habrá que esperar algún tiempo hasta que se obtengan los primeros resultados de la explotación para constatar si la enorme inversión realizada ha reportado la eficiencia, rentabilidad y aceptación por parte del usuario o todo habrá quedado en “Muchos trenes para ricos que no utilizan y casi ninguno, para los de menor poder adquisitivo que más lo necesitan”.

Pero, aún teniendo en cuenta del avance tecnológico que ha supuesto para el transporte por ferrocarril esos novedosos medios tan “pluscuamperfectos”, no estoy totalmente de acuerdo con que solo se construyan kilómetros y kilómetros de Alta Velocidad, enlazando de manera radial, Madrid con la mayoría de las capitales de provincia, dejando enormes espacios del territorio sin comunicación por tren.

 Mi idea del ferrocarril quizá es algo conservadora, pero creo firmemente que es más integradora que la actual. Reconozco que no va encaminada en su totalidad en la nueva dirección, porque, está claro que no se puede ir contra los avances tecnológicos y aunque no los excluyo, creo firmemente que deberían ser complementados, porque el ferrocarril, sea convencional o de alta velocidad, en mi modesta opinión, ha de ir dirigido a vertebrar racionalmente un territorio, ha de estar al servicio del usuario y al alcance del que tiene menor poder adquisitivo y que precisa esa comunicación con unos servicios, tanto de viajeros como de mercancías, que cubran sus expectativas tanto laborales como familiares a un precio asequible y estoy convencido que eso podría crear riqueza y puestos de trabajo.

Hace un año G. Morata firmó y publicó un artículo en la Agencia de noticias ferroviarias “Ferroguía” en el que se plasma una “buena idea” nacida de parte de los gestores ferroviarios para hacer del tren algo más asequible, poniendo en marcha algo parecido al denominado “AVE de los pobres”.

Según publica el autor en ese medio informativo: “El equipo directivo de Renfe Operadora ha decidido que los cambios de horarios son para eso, para hacer cambios, y parece que no se van a quedar cortos con las novedades que planean introducir en el cuaderno comercial de la Compañía a partir del 17 de junio de 2012, como un sorprendente Madrid-Barcelona diurno con material convencional. Es muy reseñable la fórmula de reutilizar las vías de ancho ibérico entre Madrid y Barcelona para grafiar un Regional Express entre ambas capitales. Recordemos que los servicios convencionales diurnos por la vieja línea dejaron de ofertarse en cuanto la línea de Alta Velocidad entre Madrid y Barcelona estuvo operativa en su totalidad.

Entonces los directivos de Renfe sólo querían dirigir sus pensamientos a los viajeros de alto standing, en los ejecutivos de empresas que había que arrebatar al transporte aéreo para alcanzar unas cuotas de ocupación dignas.

Ahora, los nuevos gestores han caído en la cuenta de que hay otro tipo de viajeros, más modestos social y económicamente, pero que también representan una cuota del mercado. El 17 de junio se estrena el Regional Express 17050 y su inverso, el 17051. El primero de ellos saldrá de Madrid-Chamartín a las 8.17 horas y, tras 31 paradas (Guadalajara, Calatayud, Zaragoza, Mora la Nova, Tarragona.…) realizará su entrada en Barcelona-Sants a las 17.05 horas, es decir, tras 8 horas y 48 minutos de viaje. Su inverso es el apuntado RE 17051, con salida de Sants a las 9.03 horas y llegada a Chamartín a las 17.37 horas (8 horas y 50 minutos de viaje). El billete de Madrid a Barcelona, o la inversa, en uno de estos Regional Express tiene un precio de 54,70 euros, una alternativa a los trenes de Alta Velocidad con sus plazas en Clase Turista a 138,80 euros en el caso de las frecuencias que cumplimentan el viaje en el menor tiempo de todos, dos horas y 30 minutos”.
 
Esta es una buena noticia para las familias estando en consonancia con lo que yo defiendo, porque, a pesar de la duración del viaje, este tipo de servicio hace una enorme labor de comunicar las poblaciones situadas en los tramos intermedios del recorrido.

Bien, después de esta buena noticia parece que algo se mueve y esto podría servir de ejemplo para el resto de las líneas que se van quedando sin contenido. Entiendo que la Administración manifiesta que mantener estas líneas tiene un coste, pero entrados en el siglo XXI no es de recibo que después del enorme esfuerzo económico que durante décadas tuvieron que hacer pasadas administraciones, nos encontramos ahora con un panorama en el que predomina la reducción de kilómetros de líneas convencionales de ferrocarril en explotación, con pérdidas de relaciones, trayectos y servicios para viajeros y mercancías. ¡Que diferencia con lo que se publicaba sobre este tema en los Vía Libre de los años 70!

La fiebre de “suprimir trenes” ha entrado como un virus en los gráficos y mallas de circulación.
¿De que ha servido tanto esfuerzo e inversiones realizadas por dotar al ferrocarril convencional de mejoras en las infraestructuras, seguridad y confort? ¿Para qué se han invertido esas ingentes cantidades de euros en adquirir nuevo material de tracción y remolcado, para declararlo tan prontamente amortizado? Han sido inversiones que hemos financiado entre todos los contribuyentes de este país con nuestros impuestos, entonces ¿todo ese esfuerzo, en que ha quedado? ha sido una inversión programada para muchos años o ha resultado ser un gasto poco menos que inútil? Alguien tendrá que explicarlo.
En estos días de finales de mayo, el diario Información publica en sus páginas que: “Se ha presentado en la población de Villena (Alicante) la plataforma “Cercanías a Alicante, ya”, contando con el apoyo de los cuatro grupos políticos del Ayuntamiento y habiendo recogido más de 2.500 firmas para que, una vez quede “libre” la vía convencional de RENFE, al circular los trenes de Largo Recorrido por la nueva línea AVE, exigir la mejora del servicio de Cercanías con Alicante capital implantando nuevos horarios adaptados a las necesidades de los vecinos de la población.

De igual modo, se exige el aumento y mejora de los servicios interprovinciales de “Media Distancia” con el fin de facilitar a los estudiantes los desplazamientos a las Universidades de Valencia por el norte y a Alicante y Murcia por el sur”.

 Despues de esto, para los habitantes de Villena, viajar en AVE va a suponer añadir al probable aumento del precio del billete actual, un nuevo gasto por desplazamiento en taxi o coche particular  hasta la nueva estación situada lejos del casco urbano de la ciudad, si no se habilita un servicio de autobús urbano.

Lo mismo se puede decir de la política llevada en la zona de Cuenca, tras la supresión de relaciones en el trayecto convencional Madrid-Valencia por Cuenca, con cierre de estaciones y reducción de trenes de viajeros y mercancías enviando un buen número de camiones, transportando productos de la zona, a la carretera.

Me hago eco de comentarios realizados por diversos participantes en un hilo del foro publicado en la página de Forotrenes sobre la reducción de los servicios por ferrocarril en Castilla La Mancha referidos a la zona del ferrocarril Valencia-Cuenca, porque el enfado de esta parte de la población es para tenerlo muy en cuenta.

Pero ¿qué hacen estaciones AVE "en medio de la nada" como Requena-Utiel, Guadalajara-Yébenes, Villena, Segovia y tantas otras? ¿A qué intereses más importantes que el servicio público han servido el instalarlas en esos sitios y no dar capacidad de enlace con pueblos cercanos? ¿Por qué seguir empeñados en emplear trenes de mayor capacidad que los que necesitan realmente esas líneas en vez de automotores más pequeños y rentables como, por ejemplo, en Francia donde acaban de desarrollar y construir uno específicamente para esos recorridos? ¿Para poder justificar que no son rentables y, de nuevo, servir a determinados intereses?

No nos engañemos, el ferrocarril de alta velocidad sigue su desarrollo a pesar de los recortes, mientras que el resto de líneas apenas sufren inversión. De hecho, si miramos las partidas presupuestarias, la alta velocidad sigue dominando masivamente el conjunto de las inversiones, a pesar de que en la mayor parte de los casos son para poner en marcha corredores deficitarios.

Estoy de acuerdo con lo que el forero de Forotrenes GM333, escribió sobre este tema: “Es muy difícil mover un dedo a favor o en contra de algo cuando no se tiene el más mínimo conocimiento de ese 'algo'. En el caso de la 'opinión pública' de Albacete, la única preocupación (en Cuenca pasaba otro tanto de lo mismo) en los medios era si el AVE pasaría por Albacete o por Cuenca; más allá de eso, no se cuestionaban los precios, tiempos de viaje, pérdida de otros servicios... Se hablaba sólo de lo que los políticos y algunos periodistas querían que se hablase. En mi caso, en una conferencia que hubo sobre este tema, allá por el año 2001 en Albacete, plantee la cuestión de por qué preocupaba tanto a Albacete la conexión de alta velocidad con Valencia y Madrid, si esta ciudad ya disfrutaba de conexión por medio de un ferrocarril muy rápido (entonces se denominaba de velocidad alta), para el cual se habían hecho numerosas intervenciones y reformas en la red convencional... Me contestaron con una frase tan tópica como vacía de contenido y razonamiento: "En Albacete no podemos dejar de optar a lo máximo". Doce años después, "lo máximo" de lo que disfruta Albacete, es de menos trenes y más caros que en toda su historia. Eso sí, no pidas responsabilidades a nadie, porque con tanta administración atestada de políticos parásitos e incompetentes, nadie tiene la culpa de nada, nadie es responsable de nada... ¿La sociedad? Sigue sin enterarse, los que no pueden pagarse el billete del AVE, se van en autobús o espabilan para sacarse el billete un mes antes por Internet. Menudo progreso”. Esto también es de aplicación a otras ciudades de España.

Lo mismo podrían decir las poblaciones de la zona del Zafra-Badajoz por la supresión de sus servicios y de otras líneas que RENFE tiene en estudio suprimir en los próximos meses, en fin, como indico, hay una “fiebre” con ánimo de dejar incomunicados prácticamente a casi el 50% del territorio rural.

Dicho esto y como se puede apreciar, la preocupación por la perdida de servicios y viajeros por ferrocarril va en aumento en todos los lugares de la geografía española, no todo es política AVE. En el pasado reciente, estos servicios interprovinciales que ahora se denominan de Media Distancia, Regional Express o Intercity, eran cubiertos por trenes Ómnibus y Rápidos, trenes compuestos por locomotora y 3-5 coches remolcados, los cuales, durante décadas, hicieron una magnifica labor hasta que fueron suprimidos, arrastrando con ello a la incomunicación de muchas pequeñas ciudades y pueblos porque, no hemos de olvidar que existían y existen muchas poblaciones grandes y pequeñas que distan unas de otras entre 10-30 kms., comunicadas únicamente por tren con una duración del viaje entre estaciones en torno a los 10-15 minutos.

Este tipo de servicio, aumentado y modernizado, como se indica más arriba, sigue funcionando con buenos resultados en distintos países de nuestro entorno dentro de la zona euro atendidos con vehículos adaptados a las necesidades de volumen de ocupación y trayectos cortos. Nada nuevo que se sepa, pero podría plantearse el ¿por qué no se implanta en España este tipo de ferrocarril?

 Si seguimos mirando hacia atrás y ahondamos en la historia de nuestro ferrocarril, vemos que se utilizaban otro tipo de trenes para destinos más alejados, con mayor número de plazas disponibles, destacando las plazas acostadas en literas y coches-camas. Esos trenes fueron los grandes expresos nocturnos distribuidos de forma radial con salida hacia todos los puntos de España, ( hasta el año 1968 partían de las cuatro estaciones de Madrid: (Atocha (MZA), Príncipe Pío (NORTE), Delicias (OESTE) o Chamartín (RENFE); otros expresos realizaban rutas transversales alrededor de los 1.000 kms., (Irún/Algeciras, Barcelona/La Coruña/Vigo, Barcelona/Sevilla/Cádiz, Málaga/Bilbao, Irún/Fuentes de Oñoro, etc.) e incluso, existieron grandes expresos internacionales como el (“Puerta del Sol” (Madrid/París), el “Sudexpreso” (París/Madrid/Lisboa) o el único superviviente a día de hoy “Costa Brava Expreso” (Madrid Chamartín-Barcelona Sants), (ex Madrid/Barcelona/Cerbere) que fueron el único nexo de unión de España con los países de la otra parte de los Pirineos: la entonces distante y anhelada Europa.

Los expresos encargados de cubrir esas relaciones estaban compuestos con material remolcado convencional cuyas tarifas tenían unos precios muy asequibles y al alcance de todos los ciudadanos. Fueron trenes que, día a día, fueron mejorando en cuanto a la calidad de los servicios que prestaban alcanzando un gran confort y satisfacción del usuario de la época.

Poco a poco le fue llegando el declive a estos expresos nocturnos, a la vez que aumentaban los diurnos, por lo que, la dirección de Renfe los fue suprimiendo de manera escalonada, siendo sustituidos por nuevos Tren Hotel con material Talgo, quedando en la actualidad solamente el citado “Costa Brava Expreso”.

Pongo de manifiesto este dato, duramente criticado por varios sectores de la población afectados por los cierres de líneas y en mi opinión, la creciente “fiebre” de supresión y eliminación del  ferrocarril convencional que se ha impuesto en la actualidad, en aras de un mayor crecimiento de líneas de Alta Velocidad, no es del todo acertada y aún menos después de haber empleado una enorme inversión incontrolada con un coste que no sabemos como lo va a digerir nuestra Deuda Pública.
Hay quien piensa que hubiese sido un acierto en la gestión de los administradores ferroviarios, si una parte de la enorme inversión asignada a la Alta Velocidad se hubiese destinado a mejorar las infraestructuras y renovar adecuadamente el material de tracción y remolcado existente, gestión que hubiese dado lugar a la obtención de unos excelentes resultados en cuanto a la explotación, mantenimiento y conservación de esos activos con un ahorro de costes muy significativo, como así lo han manifestado en reiteradas ocasiones técnicos especializados en estos temas.

Pero lamentablemente, a diferencia de los que pensamos que esa hubiese sido una decisión correcta, los responsables de la gestión de esos activos tomaron la contraria destinada a revender a países como Irán, Chile, Argentina o Cuba, a un precio casi regalado, parte de los vehículos del parque móvil existente. También se decidió enviar al desguace a todos los coches-camas ex Wagons Lits y RENFE  y a gran parte del material remolcado del tipo convencional, incluyendo una gran cantidad de coches de las series 9600, 10000, 11000 y 12000 (ex 8000 reformados), algunos de los cuales han sido desguazados con tan solo 15-20 años de servicio, salvo los preservados por diversos organismos, Museos y Asociaciones de Amigos del Ferrocarril.

Mayor despilfarro realizado en tan poco tiempo es difícil de explicar y claro, así nos va, se ha dilapidado y enviado al desguace unos activos en magnífico estado de uso y conservación, para tener que adquirir otros importados y mucho más caros, cuya ocupación y rentabilidad está aún por demostrarse y creo sinceramente que vista la demanda existente, no son tan necesarios.

(De todos esos desmanes en materia de inversiones, no fue casual la noticia que se publicó en prensa no hace mucho, con un dato significativo: Se han invertido y/o dilapidado más de 55.000 millones de euros en Alta Velocidad, y parece que aún quedan otros 15.000 millones más por invertir, en la compra de una extensa flota de 219 trenes, de los cuales solo 150 están en circulación, y que solo representa el 1% de la movilidad de los pasajeros a enero de 2013, mientras que el resto va envejeciendo y perdiendo valor día a día en los depósitos de La Sagra y Santa Catalina por falta de demanda, por falta de viajeros a los que transportar dado el elevado precio de los billetes fuera del alcance de muchos ciudadanos.

Según esa información, hay algunos trenes completos AVE sin estrenar en el Depósito de Cerro Negro, con el agravante de que ahora, como consecuencia de la crisis económica existente, ningún país u operador los quiere o puede recomprar. Genial, si señor).

Con la llegada de la liberalización del transporte por ferrocarril, si se sigue aplicando la nefasta política de gestión de sus recursos por parte de RENFE,  de “tierra quemada” seguida por la Administración ferroviaria, dejando el parque sin trenes con material convencional en uso, ¿qué nuevo operador puede entrar y hacer frente a nuevas inversiones para poder competir en igualdad de condiciones con Renfe Operadora y hacer del transporte ferroviario un medio más asequible para los usuarios que en la actualidad? ¿No hubiera sido razonable haber mantenido esos medios convencionales al alcance de otros operadores para que estos pudieran retomar la explotación de otras líneas, estaciones  y trenes a precios más asequibles que es lo que a todos nos interesa?

Un ejemplo de cómo se gestionan algunos temas: Es conocido que, material con menos años como los coches de la serie 2000 Arco tienen problemas de fiabilidad y el problema del aire acondicionado de los coches de la serie 2000 se detectó por la reforma que se les hizo. La solución: modificar todo el sistema porque no hay punto de comparación entre un coche de la serie 10.000 y su sistema de aire acondicionado en términos de fiabilidad y el de un coche de la serie 2000. La reforma del aire acondicionado de los coches de la serie 10.000 fue más chapucera y costosa de lo que nos imaginábamos. Resultado: reforma chapucera+déficit de mantenimiento por parte de RENFE, ahí tenemos el paradigma de la nefasta gestión que RENFE ha hecho con sus recursos.

Existe la probabilidad de que esos coches de la serie 10.000, en manos de otra empresa, estarían dando un excelente servicio en trenes como el ex Rápido García Lorca o similares, adaptando la oferta a la demanda, pero RENFE tuvo este material infrautilizado e inframantenido, prestando un servicio de escasa calidad al tener que echar mano de otro material no adecuado para estos servicios.

Sin embargo, estas políticas implantadas por nuestros gobernantes en nuestro país, no han tenido el mismo sentido en otros países de la zona euro. En materia de conservación, mantenimiento y utilización de su material de tracción y remolcado, en países como Francia, Italia, Alemania o Suiza, sigue funcionando con más de cuarenta años en perfecto estado y aptos para el servicio, al margen de que, con buen criterio, han seguido renovando aquella parte de la flota que ha quedado obsoletacon nuevos vehículos adaptados a la demanda existente.

Es mi humilde opinión y reflexión sobre un tema que me apasiona.

Diego Tárraga Vives
Alicante

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